Los beneficios del deporte son muchos y los padres ahora sabemos que nuestros hijos necesitan la actividad física tanto como los adultos.
El problema es descubrir qué tipo de actividad es la apropiada para cuerpos que están aún en crecimiento. Hay diferencias fisiológicas entre los chicos y en consecuencia cualquier práctica implementada debe reflejar estas diferencias.
Las preguntas más frecuentes que hacemos los padres son si será seguro el deporte, si no le hará daño practicar ese tipo de deportes, si no estará en riesgo su organismo, etc.
Por eso, debemos prevenir: antes de que nuestro hijo comience la práctica de algún deporte será importante realizarle un chequeo médico de aptitud física en el que se deberá ver: el examen clínico completo, electrocardiograma en reposo y de esfuerzo, agudeza visual, evolución de la postura, del peso…
Estas evaluaciones podrán ser fácilmente realizadas por un médico clínico o pediatra o cardiólogo o por un deportólogo.
El niño o adolescente no deberá iniciar la practica de deportes que involucren algún tipo de riesgo o aventura sin antes tener un nivel mínimo de entrenamiento para la disciplina de que se trate.
Recordemos que la practica regular de actividad física debe ser una parte de cada día en la vida de todas las personas, sin importar la edad. En el caso de niños y adolescentes la actividad física permite el desarrollo adecuado, tanto físico como mental.
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